Recién terminada la Cumbre sobre el Cambio Climático con unos resultados más que discutibles desde el punto de vista de acuerdos alcanzados, llega la hora de analizar algunos de los muchos frentes abiertos durante estos 12 días de negociaciones. Uno de los puntos que menos noticias ha generado, y no por ello menos importante, es el de la alimentación y sus sistemas de producción dentro de un marco más sostenible y saludable. En este artículo hablamos de las amenazas para el sector agroalimentario, ¡empezamos!
Table of Contents
La cumbre climática y las amenazas para el sector agroalimentario
De entre las varias carteras de acción que ha priorizado la Cumbre Climática en su agenda, se encuentran las medidas basadas en la naturaleza. Estas incluyen entre otras acciones a adoptar:
- la reducción de las emisiones
- el incremento de la capacidad de absorción
- la mejora de la resiliencia en áreas como la agricultura, los sistemas alimentarios y las cadenas de suministros.
Se pretende trabajar en la transformación de los sistemas de producción de alimentos para convertirlos en más verdes, productivos y sostenibles tanto en la agricultura como la ganadería.
Por si todo esto fuera poco, el ya famoso y recientemente publicado informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), concluye que la agricultura y los alimentos deben ser señalados como un actor clave en el cambio de usos de la tierra y de la crisis climática. El informe también afirma, que el sector ganadero a nivel global, es responsable de al menos el 14,5% de las emisiones de efecto de gas invernadero…
Los mensajes de la OMS y AESAN
Aparte de estas áreas de trabajo de la propia COP25, otras instituciones han aprovechado la cumbre para lanzar sus propios mensajes. Tal es el caso de la OMS, que a través de su Director de la Oficina Europea de Prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles, Dr. Joao Breda afirma que “No hay protección del planeta sin cambiar la dieta y el modo en que la gente come”. Asimismo y ya en un plano nacional, Marta García Pérez, directora ejecutiva de AESAN (Agencia Española para la Seguridad Alimentaria) decía que “seguimos muy de cerca las guías y políticas que se implantan en la OMS y además estamos tomando una serie de medidas y otras que vamos a tomar próximamente muy beneficiosas para la salud de los españoles como el etiquetado frontal de los alimentos…”.
Ante este panorama, ¿cuál es la situación actual del sector agroalimentario en nuestro país? ¿Cómo están respondiendo las empresas frente a semejante desafío y a otros muchos que presenta el entorno? ¿Qué futuro y “medidas” aguardan a las compañías agroalimentarias españolas en este momento de incertidumbre política?.
El sector agroalimentario en España
Desde el punto de vista de la creación de riqueza, uno de los sectores más importantes de la economía española es precisamente el agroalimentario. Si tenemos en cuenta la totalidad de la cadena de valor que incluye el sector primario, la industria de la transformación y la fase de comercialización, en 2018 ha generado el 9,2% del PIB (100.742 millones de €) y el 12,3% (2,5 millones de puestos de trabajo) del empleo total de la economía española. Además, el sector agroalimentario también destaca por su aportación al sector exterior de la economía española. En 2018 ha realizado ventas al exterior por valor de 49.502 millones de €, aportando el 16’9% del total de bienes exportados por España.
Efectivamente el sector agroalimentario está trabajando e invirtiendo desde hace mucho tiempo en programas que defienden una dieta variada y equilibrada. Por eso no es casualidad que España y su “dieta mediterránea” sea reconocida por expertos internacionales. Tampoco podemos olvidar que somos, según la OCDE, el segundo país más longevo del mundo con una esperanza de vida de 83 años… ¡algo habremos hecho muy bien!.
Las empresas españolas y multinacionales en España que miran al futuro están revisando las expectativas de todos sus grupos de interés (consumidores, distribuidores, proveedores, empleados, etc.) en un entorno hiperconectado e hipertransparente, repasando sus procesos de producción industriales y toda su cadena de valor a la vez que redefiniendo sus propósitos corporativos para ser coherentes y consistentes con el entorno actual…
El momento de actuar ha llegado
Es ahora cuando la empresa debe mirar al medio y largo plazo para superar las amenazas del sector agroalimentario. Debe decidir qué quiere ser de mayor, qué legado quiere dejar a las nuevas generaciones, cómo va a contribuir a la sociedad y al planeta. Es hora de hacer introspección, un ejercicio humilde y altruista. Ylo más importante, comunicarlo proactivamente, de manera creativa y continuada a la sociedad para establecer un diálogo.
Es en todo este escenario cuando se hace más que imprescindible el papel de las administraciones públicas. Este no puede ser meramente regulatorio ante los cambios que se avecinan. En este punto de nuestra historia se hace más importante que nunca la escucha y el entendimiento para llegar a compromisos y planes comunes como se ha hecho en las últimas décadas. Por eso la Administración tendrá que huir de imposiciones drásticas como el etiquetado frontal, o declaraciones públicas precipitadas. ¡Colaboremos todos, por favor!.
Senior Advisor Señor Lobo & Friends