El caso Astronomer: cuando el CEO tropieza fuera de la oficina y mancha la reputación

Hace unos días, el CEO de Astronomer, Andy Byron, y su directora de Recursos Humanos, Krinstin Cabot, fueron pillados por la kiss cam del concierto de Coldplay siendo infieles a sus respectivas parejas. Esta actitud no solo ha hecho que se conviertan en un meme mundial. También ha provocado una crisis corporativa sin precedentes para Astronomer.

Aunque pueda parecer un asunto privado, el alto perfil de los implicados (CEO y directora de RRHH) en un acto tan público (un macro concierto) y la naturaleza de la transgresión (una infidelidad, especialmente en el contexto de «valores») lo convierten en un problema corporativo. En empresas que valoran una cultura fuerte y arraigada, los líderes son símbolos de esa cultura, incluso fuera del horario laboral.

 

“Se espera que el líder marque la pauta de conducta”

En un primer momento, Astronomer tomó la decisión de apartar temporalmente de su puesto al CEO.  Así lo anunciaron en la red social X: “El cofundador y director de productos, Pete DeJoy, desempeña actualmente la función de director ejecutivo interino debido a que Andy Byron ha sido apartado temporalmente de su cargo». Después, la compañía anunció que abriría una investigación interna. Y, finalmente, el propio Byron ha presentado su dimisión.

Astronomer ha vuelto a emitir un comunicado aceptando la dimisión. Y recuerda que es una compañía comprometida con unos valores y una cultura que les ha guiado desde su fundación. “Se espera que nuestros líderes marquen la pauta tanto en conducta como en responsabilidad, y recientemente, esa pauta no se ha cumplido”, reza el comunicado.

La firmeza de la comunicación de Astronomer para proteger su reputación

El comunicado de Astronomer es un buen ejemplo de cómo una empresa puede abordar una crisis que afecta a su liderazgo intentando minimizar el daño a la marca y a la percepción del negocio.

Estos serían algunos puntos fuertes de la respuesta de la compañía:

  • Rapidez y decisión: la empresa ha actuado rápidamente (suspensión temporal, investigación interna y aceptación de la renuncia) y lo ha comunicado sin dilación. Esto es crucial en la gestión de crisis para evitar la especulación y demostrar control.
  • Enfoque en valores: en gestión de crisis, las personas y los valores deben estar siempre en el centro. Así lo hace Astronomer, comenzando y finalizando el comunicado reafirmando su compromiso con los valores y la cultura de la empresa. Esto es fundamental cuando la crisis se origina por una transgresión de estos. Subraya que la expectativa de conducta de los líderes no se cumplió.
  • Transparencia: la empresa admite que el estándar de comportamiento no se ha cumplido y que la conciencia sobre la empresa «cambió de la noche a la mañana», reconociendo implícitamente la gravedad de la situación sin entrar en detalles morbosos.
  • Acción contundente: informa claramente sobre la renuncia del CEO y la aceptación por parte de la Junta Directiva. Esto muestra que hubo un gabinete de crisis reunido en el que se tomaron medidas serias y definitivas.
  • Liderazgo interino y sucesión: en el comunicado se anuncia un CEO interino (el cofundador y director de Producto) y la búsqueda de un nuevo CEO. Este anuncio proporciona estabilidad y asegura la continuidad de las operaciones. Y lo más importante: aporta tranquilidad a clientes, empleados y, principalmente, a inversores.
  • Reenfoque en el negocio principal: de forma rápida, en el tercer párrafo y los siguientes, desvían la atención del incidente personal hacia la fortaleza del producto, la experiencia en DataOps y la dedicación a los clientes. Es un intento claro de la compañía de separar la conducta personal del ex-CEO de la solidez y el rendimiento de la empresa.
  • Tono profesional: el lenguaje que se usa es formal, directo y objetivo, evitando emociones o juicios excesivos, y sin caer en absoluto en el morbo o el chascarrillo. Este tono es el más apropiado para un comunicado corporativo en momentos de crisis.
  • Brevedad y concisión: la brevedad y la concisión son siempre fortalezas en estos casos de crisis. Hay que huir de circunloquios y textos excesivos. Un comunicado conciso permite que el mensaje central se capte de inmediato, sin distracciones. Los detalles innecesarios o el lenguaje complejo pueden confundir, diluir el mensaje principal y generar interpretaciones erróneas. A menudo, los detalles de una crisis son complejos, sensibles o incluso irrelevantes para el público amplio. Un comunicado breve permite a la empresa dar la información esencial sin caer en la trampa de divulgar detalles que podrían ser perjudiciales, abrir nuevas vías de ataque o complicar futuras acciones legales. Se comunica lo que se debe, no todo lo que se sabe.

La “letra pequeña” del comunicado: ¿y ella, qué?

Si bien el comunicado es efectivo en su propósito principal, es inevitable destacar la ausencia de cualquier mención a la directora de Recursos Humanos implicada en el incidente. Sorprende en tanto en cuanto su rol es clave, dentro de la empresa, para transmitir la cultura y los valores. Esta omisión, aunque estratégica para centrar el mensaje en el CEO y el futuro de la empresa, genera percepciones de un tratamiento desigual.

En un comunicado de crisis de esta naturaleza, cada palabra se pesa y cada omisión es, en sí misma, una declaración. La decisión de no referirse a la directora de RRHH podría deberse a varias razones estratégicas:

  • Minimizar la escala del escándalo: al enfocar el comunicado exclusivamente en el CEO, la empresa quizás haya pretendido intentar limitar la percepción pública del incidente a una cuestión de liderazgo individual, en lugar de un problema más sistémico que involucra a dos figuras clave. Mencionar a ambos podría haber duplicado la atención negativa o la percepción de un «problema de valores» más extendido.
  • Gestión interna distinta: es posible que la situación con la directora de RRHH se esté manejando de forma diferente o en un ámbito más privado. Quizás haya renunciado antes. O quizás esté bajo un proceso interno diferente. Su rol, de hecho, no tiene el mismo nivel de exposición pública que el de un CEO. Al ser la directora de Recursos Humanos, su situación podría requerir una discreción adicional por temas de privacidad de empleados y procesos internos.
  • Foco en la jerarquía superior: el CEO es la figura más visible y la máxima representación de la empresa. La prioridad en un comunicado de este tipo es asegurar a los inversores, clientes y empleados que el liderazgo principal está siendo abordado y que la dirección de la empresa sigue siendo sólida. Sacrificar detalles sobre otros implicados puede ser visto como un mal menor para lograr este objetivo.

 

No obstante, esta omisión no está exenta de riesgos dado que lleva a la especulación entre los empleados y el público en general, generando preguntas sobre la coherencia en el tratamiento de los implicados o si la empresa está siendo totalmente transparente.

No hay frontera entre lo personal y lo profesional

El caso de Astronomer y sus exlíderes nos recuerda que, en la era de la información, la reputación corporativa es un ecosistema frágil, donde las acciones personales de figuras clave pueden tener repercusiones sísmicas. Ya no existe una clara frontera entre la vida pública y la privada para aquellos que encarnan una marca. Las empresas no solo venden productos o servicios; también proyectan una cultura y unos valores. Cuando esos valores son percibidos como comprometidos por la conducta de sus líderes, incluso fuera del horario laboral, la confianza de empleados, clientes e inversores puede erosionarse rápidamente.

Este incidente subraya la imperativa necesidad de una sólida gestión de crisis y de una cultura corporativa que se viva, no solo que se enuncie. Y es que los valores corporativos van más allá de ser eslóganes: la empresa invoca directamente sus valores y si estos no se reflejan en la conducta de los líderes, la credibilidad de la cultura empresarial se ve comprometida.

Para cualquier organización, la capacidad de reaccionar con rapidez, transparencia y decisión, reafirmando sus principios y redirigiendo la atención hacia su misión fundamental, es crucial para navegar las tormentas reputacionales. Al final, la fortaleza de una empresa reside tanto en su innovación y rentabilidad como en la integridad de quienes la dirigen y en la confianza que inspiran en todos sus stakeholders.

Si tu empresa se ve envuelta en un incidente de este tipo o de cualquier otra naturaleza que conduzca a la misma a una crisis reputacional, en Señor Lobo & Friends sabremos ayudarte a gestionar la crisis con rapidez y profesionalidad.  Llámanos y nos pondremos en marcha.

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Teresa Ruiz

Gerente en Señor Lobo & Friends. Periodista y consultora de comunicación con más de 15 años de experiencia. Fue asesora de comunicación del Presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, y Consultora Senior de Comunicación Corporativa y Crisis en LLYC.

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